¿Cuántas veces intentaste que lxs otrxs vean las situaciones de la misma manera en que las ves vos?
Pasamos gran parte de nuestro tiempo intentando convencer a lxs demás de que vean las situaciones y las experiencias de la misma forma en que lo hacemos nosotrxs. Sin embargo, esto no es una tarea fácil, ya que de una misma imagen o de una misma situación cada unx puede ver cosas distintas.
Nacemos y vivimos en un mundo relacional, inmersos en distintas culturas, atravesados por diferentes creencias y formas de pensar. ¿Por qué es importante entender esto? Porque cada unx tiene su propio esquema mental, es decir, cada uno está conformado y atravesado por una carga genética, experiencias, vivencias, situaciones, historias, personas, entre muchas otras cosas, que van moldeando diferentes formas de percibir y entender la realidad. Esto no significa que haya una forma que esté bien y otra mal, significa que son distintas maneras de comprender nuestro entorno.
No todxs vemos, pensamos y sentimos de la misma manera. Desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir estamos constantemente recibiendo información de nuestro alrededor. Aquellas cosas que captamos por nuestros sentidos del mundo exterior van a estar determinadas por todos los datos previos que tenemos dentro de nuestra mente.
Centrate en vos y no en lxs demás
El vínculo con nosotrxs mismxs es muy importante para después poder vincularnos con otrxs.
Si comprendemos cómo vemos las cosas nosotrxs, nos da la posibilidad de relacionarnos de una manera más constructiva.
Entendemos que nuestra visión no es la única verdad existente y no es exactamente como la ve el resto de las personas.
Esto es una forma de acercarnos a las otras personas desde un lugar más liviano, sin intentar convencerlas de lo que nosotrxs consideramos o entendemos de la realidad.
Entender esto nos sirve para no tomarnos las cosas personales, compartir nuestras visiones y adquirir distintas maneras de ver y entender la realidad. Nos permite comprender que las acciones, palabras, emociones de la otra persona provienen de su manera de ser y que yo puedo accionar, hablar y pensar diferente. Comprender que muchas veces el/la otrx simplemente siendo como es, puede generar algo en nosotrxs sin intención, sino porque tal vez pensamos o haríamos distinto. Comprender nuestras diferencias nos acerca a enjuiciarnos menos y empatizar más.
¿De qué estilo y color son tus anteojos?
Así como en una óptica hay distintos modelos de anteojos y colores de vidrio, en la vida de los seres humanos hay distintas perspectivas sobre la realidad y formas de entenderla. Que yo vea la vida de una manera, con un tipo de anteojos redondo, no significa que la otra persona tenga el mismo modelo.
Juguemos un poco a ponernos los anteojos de la otra persona y ver cómo mira, qué entiende y qué le pasa. Lo que no significa que nos quedemos siempre con esos anteojos puestos, solo tomarlos prestados para poder ver una misma situación desde otro lugar.
Te invitamos a frenar, tomar distancia y pensar qué podés hacer con toda la información que recibís a través de tus anteojos.
¿Los anteojos de quién elegís tomar hoy? ¿Cómo son? ¿Qué información estás recibiendo desde tus anteojos?
Cuando veas la vida con anteojos rosas, acordate que otra persona puede verla con anteojos azules.
Me encantó!
La verdad que super cierto, va por ahí!
Tratar de romper esquemas mentales es la cuestión como para adaptarse y poder avanzar en este mundo tan globalizado.
El tiempo y el mundo vuela, tu cabeza se desconcentra constantemente, pero hay que conectar y bajar a tierra para conocerte y asi poder conocer a los demas, y tratar de entender las diferentes realidades, y si no coincidis, por lo menos, empatizar.
Saludos, son unas genias!