“No siempre puedes cambiar la situación,
pero si cambiar la forma de responder ante ella”
Es común que pensemos a la ansiedad como si fuera el malo de la película. Un provocador mental que nos llena de preocupaciones, estrés y miedos que se apodera de nosotros, de cómo pensamos y sentimos. Pero a pesar de lo paralizante que es, es posible cambiar nuestra relación con ella.
Hoy en día podemos decir que nos encontramos en una era donde habita mucho este sentimiento de la ansiedad. A los humanos no nos gusta la incertidumbre y esto se remonta a nuestros antepasados que vivieron en la naturaleza, se encontraban enfrentando peligros y amenazas constantes para poder sobrevivir. Éramos una especie vulnerable, no teníamos la fuerza, la vista o la velocidad de muchas otras especies, por lo que, generamos un sistema de alarma para poder reaccionar frente a un peligro y lograr subsistir. Ese sistema de alarma tiende a evaluar sucesos que habían ocurrido para poder prepararse mejor a futuro y estar alerta a lo que podría llegar a ocurrir. Hoy en día muchas veces encontramos a nuestra mente haciendo este movimiento de atrás para adelante buscando prepararnos siempre para poder “protegernos”.
Por lo que siempre se escucha que la ansiedad en montos esperables es un signo adaptativo humano, es lo que nos permite protegernos y seguir evolucionando como especie. Es decir, la protección de nosotros mismos y de la tribu. Frente a un depredador, el cuerpo solía estresarse y prepararse para huir, enfrentar o atacar. Este mismo mecanismo sigue estando conectado en nosotros desde los tiempos primitivos. Venimos equipados con mecanismos muy afinados para anticiparnos y prepararnos a peligros” posibles”. Y si, como lo viste, digo posibles entere “”, porque queremos ser capaces de predecir y tener seguridad de nuestro entorno.
Pero acá radica la cuestión, hoy no nos enfrentamos a un depredador, la vida de hoy transcurre una disrupción donde la incertidumbre se intensifica. El mundo está en constante cambio, con mucha información y ya nuestros mecanismo de lucha o huida no son tan predecibles frente a un entorno donde no corremos riesgos de los depredadores.
El movimiento mental se enfrenta a la incertidumbre que desencadena a las preocupaciones. La pregunta de hoy, es ¿qué cosas o situaciones percibimos como amenazantes? . Aquello que cada uno en su historia personal considera amenazante lo situa en sistema de alarma, y lleva la atención al qué pasaría si.. aparece la preocupación que busca certezas, cuando no las puede encontrar.
En montos elevados, la ansiedad es un sentimiento de malestar constante y terrible por algún evento “por suceder”anticipar el futuro con escenarios hipotéticos aterradores. Es una sensación que te hace creer que aquello que estás pensando va a suceder . Estas sensaciones se experimentan en el cuerpo, que a su vez físicamente se está preparando para defenderse, esas incómodas sensaciones ( temblores, dolores musculares, dolores de cabeza, sudoración, sequedad bucal, frecuencia cardiaca, respiración acelerada, etc) en realidad son benignas. Pero, es común pensar que nos asustan , que deben significar algo desastroso, que no las voy a poder manejar, que me está pasando algo malo. Ahora bien, tampoco podemos decir que no está pasando algo malo, porque tampoco tenemos la certeza. Sin embargo, cuando se puede hacer las paces son esa incomodidad, aceptar aquello que estamos sintiendo son compartido con la lucha o huida, se puede comprender mejor qué quieren decir esas sensaciones.
Te invito a que pienses en algunas situaciones ultimas que te sentiste ansiosx
¿Cuáles fueron las situaciones en las que surgió la ansiedad?
¿Qué pensamientos aparecieron?
Ahora piensa en las sensaciones de ansiedad:
¿En qué parte de tu cuerpo pudiste observarlas o sentirlas?
¿Puedes describirlas?
Te animas a explorar más, ¿cómo reacciona tu cuerpo frente a sentirse amenazadx?
Podes tomar un papel y dibujarte y con colores marcar las zonas de tu cuerpo que vas reconociendo sensaciones que aparecen en el momento de sentir ansiedad.
Por ahora fuimos hablando un poco para comprender más que es la ansiedad y como es su mecanismo, pero también es importante que cada uno se tome el trabajo de explorar e investigar qué son las cosas/situaciones que lo activan a sentirse amenazadx. A su vez poder registrar y distinguir qué emociones aparecen y cómo se viven las mismas, se busca suprimir, huir o evitar? ¿Cómo puedo gestionar las emociones que me incomodan?
Gran parte del tema del que venimos hablando se relaciona con la tolerancia al malestar y a la incertidumbre. Con querer evitar a toda costa sentir aquello que no nos gusta sentir. Pero vengo a decirles, que todas las emociones son parte de ser seres humanos. No se trata de no sentirlas, sino de ver cómo accionamos frente a ellas. Esto a veces impacta ya que culturalmente a veces el expresar emociones fuertes puede relacionarse con debilidad, incomodidad o que algo está andando mal. Pero, la lucha por ocultar las emociones es dura y poco realista, y de eso se trata la tolerancia al malestar. Animarse a registrarlas y conocerlas para poder gestionarlas de manera de alinearnos con lo que estamos necesitando.
La intolerancia al malestar nos lleva a quedar atrapados en la lucha o huida de aquello que no queremos para nosotros, y nos aleja de aquello que valoramos o deseamos para nosotros.
Vamos a hablar un poco del provocador que vive en nuestra mente, la PREOCUPACIÓN. La preocupación es la forma que tiene nuestra mente para intentar predecir y controlar nuestro futuro. A veces las preocupaciones son como música en el fondo, pero otras veces puede ser como gritos en el oído. La preocupación y la rumiación ( evaluar sucesos pasados) es algo con lo que nos encontramos. Analizamos que hicimos mal y que podría salir mal en la búsqueda de hacer lo correcto y buscar seguridad. Para protegernos a nosotros mismos y a las personas que queremos. Lo que nos puede pasar es que algunas veces la preocupación o la rumiación nos generen lo opuesto, en lugar de sentirnos más seguros nos generan más dudas. .
No es una debilidad, es un mecanismo humano,solo que a veces puede demandarnos mucho y es importante aprender a gestionarlo. La preocupación quiere captar nuestra atención, por lo que puede gritar y generar escenarios catastróficos para obtener nuestra mirada. Así mismo, tiene una gran imaginación para crear ideas, escenarios, guiones etc. A veces la preocupación se convierte en una bola de nieve bajando por la montana que se nos hace cada vez mas grande. Pero lo importante de entender esto es entender este mecanismo mental para poder detectar cuando esa bola se me está haciendo mas grande en mi vida.
La preocupación puede hacer que no vayas al evento que querías ir, que no te animes a hacer algo que tenes ganas, que evites alguna conversación, entre otras cosas. Por lo que es importante darnos cuenta cuando la preocupación esta teniendo mucha fuerza en mi vida, poder etiquetarla y registrarla como preocupación e intentar ver si la misma me aleja de aquello que valoro importante para mi.
Conoce tus pensamientos de preocupación:
Anotalos y revisalos!!!
- Cuándo fue la última vez que te encontraste enredadx en la preocupación
- ¿Cuál era la situación?
- ¿Qué pensamientos aparecían en tu mente?
- ¿Había algún futuro desconocido o situación del pasado que te encontrarás revisando?
- ¿Cuál era la historia de preocupación que daba vueltas en tu mente?
Es importante recordar que cuando la ansiedad se siente en montos intensos, persistentes y elevados, provoca miedos y sufrimientos prolongados que generan evasión de la vida personal, social, académica o laboral puede definirse como trastorno, y es importante consultar para buscar ayuda para gestionarla. En los siguientes artículos se continuará ampliando y conversando sobre el tema.
Hermoso posteo sobre la ansiedad , quisiera saber que cosas podría implementar para cuando me venga algún síntoma poder frenarlo y no sentir miedo a que pase algo !! Gracias por cada mensaje !!
Hermoso posteo gracias por ayudarnos a saber más sobre la ansiedad.