Desde que empezó la Primavera… ¿Cuántas veces pensaste que había algo en tu cuerpo que querías cambiar?
Cada unx se lleva diferente con los trajes de baño, los pantalones cortos y las musculosas. En verano mostramos más piel y eso nos despierta pensamientos que en invierno a veces podemos sepultar bajo la ropa.
¿Son pensamientos recurrentes? ¿Cuánto te pesan? ¿En qué te limitan?
Cuerpo de verano:
En las redes empiezan a circular este tipo de títulos, en el trabajo escuchamos nuevas dietas, amigxs que prueban nuevos ejercicios… se vuelve difícil hacer oídos sordos a esta presión externa que tenemos todos a vernos de cierta manera físicamente. Más flacos, más trabados, cero celulitis… puede resultar muy abrumador.
Pero… No estás solx. Todos convivimos diariamente con nuestras inseguridades.
En el último tiempo este tema se ha vuelto más recurrente en las terapias. El miedo a los programas en la pileta, estar en malla en la playa y mismo la presión corporal que se juega también en la intimidad. Pero y entonces… ¿Cómo manejarlos?
Pensamos ciertos puntos que te pueden ayudar a acompañarte con mayor tolerancia y paciencia durante el verano:
1. Compararse es natural.
Todxs nos comparamos, es inevitable. El tema es cuanto yo me permito ser más …
2. No te pasa solo a vos
3. Preguntate: ¿Soy tan exigente con el cuerpo de otrxs como lo soy con el mío?
4. No te fuerces: ¿De qué manera me sentiría yo más cómodo en esta situación?
5. ¿Cómo me gustaría recordar este momento?