Si, aunque estés harto de escuchar la palabra pandemia, hoy decidimos traer este tema. Muchas personas nos comentan sobre sentirse que no pueden volver al mismo ritmo de antes, “Siento que los eventos sociales me sacan toda la energía”, “Me da muchos nervios la facultad presencial”, “Me siento rara con la gente que en lo virtual me siento cómoda”, “Estoy haaarto de las videollamadas, necesito salir de mi casa, pero también es tan cómodo”.
Volvieron los eventos sociales, el trabajo presencial, las escuelas se regularizaron… poco a poco fuimos volviendo al mundo exterior. Un mundo que conocíamos muy bien y que ahora percibimos diferente… ¿Y eso a qué se debe?
Consideramos que la diferencia está en los ritmos. La cuarentena nos obligó a FRENAR. Fue un parate obligatorio que nos encerró en nuestros hogares, con todo lo que eso implica, cada uno lo sostuvo como pudo, desde su realidad personal. También estuvieron aquellos valientes, quienes sus trabajos los obligaban a salir y enfrentar lo desconocido.
Para TODXS, esta pandemia implicó sacrificios, repensar toda nuestra rutina, re armar nuestra casa, cumplir mil y un funciones a la vez para poder sostener la situación. Pero también se abrieron nuevas puertas… se empezó a hablar más de la salud mental, de cómo cuidarnos en estos tiempos, empezamos a probar cosas nuevas, encontrarnos más con nosotros mismos, nos movimos menos hacia el afuera y empezamos a conectar con otras cosas.
El ser humano es increíble, estos dos años muestran cómo la humanidad se reinventa constantemente. Y sí, claro que después de tanta adaptación es un poco difícil hacer borrón y cuenta nueva.
Hoy en consulta vemos que el tiempo se divide en pre y post pandemia. ¿Estamos ya en el post? Sabemos que el COVID sigue dando vueltas, ya no nos genera el mismo terror que nos generó en un principio, se volvió parte de nuestra nueva normalidad. El mundo como lo conocíamos antes debió amoldarse a nuevas formas. ¿Y cómo nos afecta ahora?
La virtualidad abrió puertas inimaginables, nos mantuvo conectados, activos… pero también nos cansó muchísimo. ¿Qué exigencia diferente es lo virtual no? Nos obliga a estar más atentos, ya que todo pasa por solo dos sentidos, el oído y la vista. En la realidad física nos encontramos con los olores, el gusto y el tacto… y da una dimensión diferente a los encuentros.
Tengamos en cuenta que el mundo hoy está en DUELO. Todos perdimos a alguien o perdimos algo importante para nosotros. Duelo por los seres queridos que hoy no están con nosotros. Duelo por lo que no pudimos hacer, los sacrificios que para todos implicó la pandemia.
Están quienes perdieron el trabajo, quienes terminaron el colegio sin realmente ir al colegio, los que nunca fueron al jardín de infantes, los que perdieron a un ser querido y no se pudieron despedir. También hemos cargado con mucho temor y culpa en cuanto a contagios. Todo esto DUELE y es esperable que nos cueste retomar ritmos anteriores, queramos o no, nuestra vida ha cambiado.
Queremos hacer hincapié en que estamos enfrentando un desafío enorme y al naturalizar nuestro esfuerzo no lo estamos valorando. Da la impresión de que nos sentimos exigidos a responder a las demandas del mundo exterior como anteriormente lo hacíamos, como si en el post pandemia tuviéramos que olvidarnos de todo.
Te invitamos a preguntarte: ¿Qué te enseñó sobre vos mismo la pandemia?
Consideramos que en estos dos años aprendimos a mirarnos de otra manera. Fuimos adaptándonos a otros ritmos, nos abrimos a nuevas prácticas… ¿Cuáles de estos aprendizajes te gustaría llevar a tu día a día hoy?
Cada uno podrá responder de manera diferente. Nuestra invitación hoy es que te tomes un tiempo para repensar lo siguiente:
¿Tengo ganas de volver a mis ritmos anteriores? ¿Cuánto me presiono para seguir de esta manera? ¿Qué cosas cambiaron en mi vida desde marzo de 2020 hasta hoy?
¿Me está costando socializar? ¿Me cuesta salir de mi casa? →En ese caso puede que necesites ayuda profesional, te recomendamos consultar en este caso.