Hablamos de estrés, de miedos, de autoestima y no podemos dejar de lado los límites. Estos 4 temas están relacionados ¿Por qué? Muchas veces generamos este círculo donde la falta de límites aparece por miedo a perder, ya sea un vínculo, un trabajo, una sensación o lo que fuere. Este miedo está relacionado con nuestra autoestima.
La falta de límites nos pone en un segundo lugar, sin respetar nuestras necesidades ni deseos. Ponemos el deseo y la necesidad del otrx por encima del nuestro. El estrés aparece en algunas personas por esta falta de límites. Cada unx lo manifiesta a su manera, se puede ver cuando explotamos y terminamos hablándole mal a otra persona, cuando nos estresamos, cuando nos enfermamos, contracturamos, angustiamos, etc.
Pero.. tenemos derechos. Más de lo que creemos muchas veces. Evitamos la ansiedad que nos genera establecer un límite, y esto quizás en el momento nos salva, pero nos estamos imponiendo conflictos a nuestro yo del futuro.
Los límites no son negativos, los podemos poner de manera clara y sana. Empecemos por identificar en cual área de mi vida me está costando poner ese límite, hasta donde estoy escuchando y satisfaciendo los deseos de la otra persona y dejando de lado los míos.
Pidamos ayuda si es que necesitamos a una persona que me pueda ayudar a pensar cómo ponerlos, cómo hablarlo de una manera antes de que mi cuerpo me pida ayuda a gritos o termine colapsando.
¿En qué área sentís que te falta poner límites? ¿En todas? ¿En alguna más que otra? ¿En los vínculos? ¿En el trabajo? Sabemos lo difícil que es pero lo podemos ver como un desafío que nos ponemos a nosotrxs mismxs. Aprender a poner límites puede ser un camino de ida para empezar a respetarme más a mi.