HABLEMOS DE SUICIDIO


El suicidio aparece muchas veces como un tema tabú. El primer error que cometemos como seres humanos es creer que hablar de suicidio genera más suicidio. 

¿Por qué es tan importante que hablemos de esto? Porque está dentro de las tres primeras causas de muerte en personas de 15 a 40 años.

Cuando empezamos a hablar del suicidio, a indagar si aquella persona cercana con tanto sufrimiento lo pensó o lo piensa, estamos abriéndonos a que haya más probabilidades de que se sienta comodx para poder hablarlo.

El porcentaje es mayor en hombres. Hay una dificultad muy grande en ellos para pedir ayuda, ¿Que estaremos haciendo como sociedad que los hombres se suicidan más? ¿La búsqueda de ayuda sería sinónimo de que soy débil y eso no estaría bien visto?

 Si empezamos a hablar más de lo que nos pasa, de mostrar cuando no me siento bien sea por el motivo que sea, mis inseguridades, quizá abriría muchas veces a la otra persona a contarte cómo está. 

¿Es normal tener pensamientos suicidas? Los pensamientos suicidas podemos tenerlos todxs en algún momento de la vida. No importa edad ni sexo. Pero esto no quiere decir siempre que voy a llegar a la acción, ni tampoco que te vayas a morir. Lo que buscamos es dejar de sufrir. 

Los pensamientos suicidas tienen que ver con indicaciones de sufrimiento. ¿Por qué hay personas que llegan a tener intentos de suicidio o suicidarse?

Existen factores de riesgo, un intento de suicidio previo, esa sensación de no puedo con ese sufrimiento, no se va a ir nunca, no voy a poder vivir con ese dolor, un estresor grande como la perdida de un ser querido, estados depresivos, factores de protección, variables sociales y económicas.

La persona que se suicida quiere dejar de sufrir, la muerte como solución a ese sufrimiento. 

Indaguemos en esto, no creamos que si preguntamos estamos dando la idea a que la persona se quita la vida, estamos dando a lugar a que se hable del tema. Poder acompañar en ese dolor.

Tengamos cuidado con las frases que usamos “la vida hermosa” “tenés todo para estar bien”. Escuchemos, acompañemos desde donde la persona lo necesite, preguntémosle. 

Vemos en el suicidio miradas acusadoras silenciosas a las personas allegadas. Pero es uno de nuestros peores errores. Las personas que lo rodean están atravesando posiblemente uno de los duelos más dolorosos. Aparece no sólo la angustia, sino la sorpresa y muchas veces la culpa. Por eso es importante no prejuzgar, por lo contrario, acompañar, esas personas podemos ser cualquiera de nosotrxs.

El comportamiento suicida no necesariamente tiene una enfermedad mental. Puede tener que ver con un nivel de sufrimiento muy grande en un momento dado. Quiere escapar de una situación que le causa tanto dolor que no ve una salida y perdió la esperanza.

Si empezamos a hablar con más naturalidad del suicidio, va a haber mas chances que la persona lo pueda transmitir.

Hay distintos factores de riesgo que podemos ver:

  • La autoexigencia parental y/o fracasos en logros esperados
  • Las perturbaciones en la vida familiar
  • Consumo de drogas y alcohol
  • Ciberacoso
  • Acoso escolar
  • El abuso sexual

Entre otros

HABLEMOS DE SUICIDIO. No tengamos miedo en preguntar “¿Pensaste en suicidarte?” “Estoy acá para lo que necesites” “No se bien lo que estás sintiendo pero quería que sepas lo importante que sos para mi” “La psicoterapia te puede ayudar para poder hablar de cómo estás”.

Si llegaste hasta acá te felicitamos, tenés ganas de saber qué hay detrás de lo que nos pasa y cuando obtenemos información tenemos más poder sobre nosotrxs mismxs.
Esperamos que te guste, que lo tomes como un viaje de conocimiento y si tenés ganas compartirnos tu experiencia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

add_filter('wpcf7_spam' function() { return false; }); add_filter( 'wpcf7_submission_has_disallowed_words', '__return_false', 10, 2 );