Rompiendo Modelos: Cuando la Vida No Sigue el Guión

¿Qué significa “transición”?

“Es la acción y efecto de pasar de un estado a otro distinto. El concepto implica un cambio en un modo de ser o estar. Por lo general se entiende como un proceso con una cierta extensión en el tiempo.”
Lo importante es que es un cambio profundo de estado que toma tiempo. No es un cambio inmediato y poco profundo. Si cambias de coche o decides ir al gym en lugar de hacer football, no es una transición. Una transición implica un cambio que tiene implicancia importante en tu vida. Cambiar de trabajo, empezar un proyecto emprendedor, cambiar de pareja, tomar un nuevo proyecto en tu empresa, mudarse de ciudad o país, empezar una familia… son cambios personales y profesionales que impactan el ser de quién lo está viviendo. 

Cuando la Vida No Sigue el Guión

Entonces, Mi guión 

Decidimos llamarlo a esto “las No transiciones”. Pero la palabra NO, tiene mucha fuerza y no sonaba con lo que queríamos transmitir. Es decir, el mensaje que nos gustaría nos llegue a todos de esta reflexión. 

Cada persona vive una transición de manera distinta y tiene sus propios tiempos. Pero qué pasa cuando sentimos que todos están en una etapa o en un cambio y yo todavía no? Qué pasa si tal vez eso que está delimitado por la sociedad no es lo que yo quiero? 

La sociedad tiende a armar un conjunto de expectativas en torno a cómo deberíamos vivir nuestras vidas. Existe una cronología culturalmente aceptada que sugiere cuándo debemos alcanzar ciertos objetivos, como graduarnos, casarnos, mudarnos,  tener hijos o establecernos en una carrera. Sin embargo, lo que sucede cuando nuestras vidas no siguen esta línea predefinida muchas veces despierta un océano de emociones, entre las cuales puede aparecer la frustración o la sensación de estar fallando. Pero que si lo que estamos haciendo está más en resonancia con lo que yo deseo? .Cuando tu vida sigue tus pasos nos gusta llamarlo “Mi guión”. 

“Mi Guión” se refiere a esas etapas en la vida en las que las personas se encuentran en búsqueda de sintonizar con lo que desean y les hace bien, y puede que muchas veces lo que buscamos tal vez no sea lo predeterminado o esperando para nuestra edad, etapa de vida o sociedad en la cual crecimos. Pero, no por eso lo convierte en algo errado, sino que lo convierte en la escritura de nuestra propia narrativa. 

La Cronología Impuesta por la Sociedad

Desde una edad temprana, se nos bombardea con la idea de que existen ciertos momentos clave en la vida que deben alcanzarse en momentos específicos. La graduación de la universidad a los veintipico de años, el matrimonio en la treintena, la maternidad/paternidad en cierta ventana de tiempo, y la consolidación de una carrera antes de los 30 son solo algunos ejemplos de estas expectativas. Si bien para algunas personas estas pautas pueden ser adecuadas, para muchas otros, estas expectativas pueden no alinearse con sus propias metas, circunstancias o deseos.

Al encontrarnos diferenciados en lo que a nosotros nos gustaría y no lo que se espera o creemos que se espera podemos sentirnos inadecuados. ¿Te comparaste alguna vez con otras personas y sentiste que lo tuyo era peor? La comparación con las demás personas es algo muy común, pero lo cierto es que esto puede afectar negativamente nuestra autoestima y nuestro bienestar. Puede llevarnos a generar creencias de “como las cosas tienen que hacer o hacerse”

Muchas veces nos encontramos  enfrentados a nuestra propia expectativa de la creencia que vamos construyendo con  la información que fuimos recibiendo del ambiente, padres, amigos, cuidadores, redes. Algunas veces inlcusive nos encontramos con lo que nosotros esperamos de nosotros mismo en base a lo que por ahí fuimos por un tiempo determinado en nuestras vidas. ¿Qué pasa cuando cambiamos, cambiamos la forma de elegir o de ser? . En este cambio muchas veces se juegan las exigencias de uno mismo y como debería ser y el miedo a los de afuera y las expectativas que tienen sobre lo que ya conocen de nosotros. Por ahí toda la vida fui súper presente en todo lo que la gente necesitaba y en algún momento decido priorizarme y elegir cuándo estar presente o no. Pero, seguro los que estaban acostumbrados a mi presencia, tendrán que re adaptarse a mi cambio, mientras yo mismo me acepto y me permito ir adaptándome a esta elección. 

Es importante que entendamos que no hay una talla única para todos los seres humanos. Tenemos diferentes circunstancias, experiencias y objetivos de vida. Inclusive nadie puede vivir un cambio similar de la misma manera, todos transitamos las transiciones a nuestra manera, a nuestro ritmo y con nuestras preferencias.  

En el mundo actual  las expectativas se encuentran mayormente impactadas por las redes sociales y ni hablar desde la creación de tik tok. Las redes sociales han modificado cómo percibimos y cómo interactuamos con estas expectativas de varias maneras, la presión por la imagen, el productivismo, el perfeccionismo, los tips, los conejos,  entre otras:  

Las redes aparentan: 

• Resaltar Vidas Idealizadas: muestran una versión cuidadosamente seleccionada de la vida de las personas, mostrando sus logros, relaciones y objetivos. Esto puede crear expectativas poco realistas, ya que las personas comparan sus vidas con estas versiones que seguro son diferentes a la persona que uno es, lo que a menudo genera sentimientos de insuficiencia.
• Presión de Grupo y Comparaciones: las redes sociales animan a los usuarios a compararse con sus pares y celebridades. La presión por ajustarse a las expectativas sociales se intensifica cuando las personas ven a otros alcanzando estos objetivos, como comprometerse, tener hijos o construir carreras exitosas. Esto puede resultar en un sentido de urgencia por cumplir con estas expectativas.
• Miedo a Perderse Algo (FOMO): Las redes sociales pueden agravar el temor a perderse experiencias y programas donde veo a mis amigos o conocidos compartiendo momentos. 
• Validación y Reconocimiento: Las personas a menudo buscan validación y reconocimiento en las redes sociales a través de “me gusta”, comentarios y compartidos. Esto puede llevar a las personas a tomar decisiones  de cómo ser o que transmitir con tal de gustar o vender.
• Influencia en la Autoimagen: La exposición constante a estilos de vida e hitos idealizados en las redes sociales puede afectar significativamente la autoestima y la autovaloración. Las personas pueden cuestionar su valía y felicidad en función de cuán bien se ajusten a las expectativas sociales.
• Algoritmo: cuando uno empieza a ver eso que cree debería ser o hacer y lo empieza a consumir, el algoritmo se encarga de seguir mostrando ese contenido y eso aumenta la cantidad de informacion que uno consume, aumentando la exigencia y la creencia de que las cosas se hace de alguna manera determinada. 
• Oportunidades para la Expresión Personal: En el lado positivo, las redes sociales también ofrecen oportunidades para que las personas se expresen, desafíen las normas y hablen abiertamente sobre sus experiencias. Esto puede llevar a una representación más inclusiva y diversa de estilos de vida y elecciones.

Es esencial que cuando usemos las redes sociales lo hagamos con una mentalidad crítica, reconocer la sobre información, y la variedad de maneras y consejos que hay para la vida y poder distinguir de todo lo que escuchamos y vemos que es lo nuestro o si estamos o no de acuerdo. Regular lo que consumimos y lo que seguimos. 

En fin las transiciones o mis transiciones son una parte normal de la vida. Cada individuo tiene su propio viaje, y es importante respetar y valorar la diversidad de experiencias. En lugar de sentirte presionado por las expectativas sociales, frena e intenta diferenciar lo que te hace sentir liviano y en sintonía de la cantidad de información que da vueltas en sociedad. La vida es demasiado corta para vivirla en función de las expectativas ajenas, así que abraza tu guion como oportunidad para explorar y crecer en tu propio tiempo y a tu manera